Mermelada Casera de Fresas
Receta Fácil para Hacer Mermelada Casera de Fresas con Frutas de Temporada
En casa, donde disfrutamos de yogur natural todos los días, ¡la mermelada casera de fresas frescas es un básico indispensable! Aunque requiere un poco de esfuerzo, la preparé pensando en la salud de mi familia. Ahora es la temporada alta de fresas frescas y dulces, lo que las hace asequibles y fáciles de conseguir. Esta mermelada casera tiene una fragancia deliciosa y un dulzor equilibrado, con un sabor saludable, como una mermelada ‘bienestar’ que encontrarías en una tienda orgánica. Empezar el día con mermelada de fresa sobre yogur caliente se siente maravilloso y sabe increíble. ¡Usar fresas maduras y dulces potencia aún más el sabor de la mermelada! Te enamorarás de su sabor profundo y fresco, muy superior a las mermeladas comerciales.
Ingredientes Principales- 1 kg de fresas frescas
- 650 g de azúcar granulada
- Zumo de 1/2 limón (aproximadamente 2 cucharadas)
Instrucciones de preparación
Step 1
Primero, retira con cuidado los tallos de todas las fresas frescas. Lávalas bien bajo el grifo para eliminar cualquier suciedad y luego escúrrelas completamente en un colador. Una vez bien secas, córtalas por la mitad y colócalas en una olla. Añade aproximadamente el 10% del azúcar total (unos 65 g) al principio, y exprime el zumo de medio limón. El zumo de limón ayuda a que la mermelada cuaje y le aporta un brillo y una acidez encantadores.
Step 2
Coloca la olla a fuego alto. Remueve con una espátula y lleva a ebullición hasta que las fresas liberen suficiente jugo. Una vez que empiece a salir el jugo, puedes machacar suavemente las fresas con la espátula mientras remueves. Esto ahorra tiempo y ayuda a conseguir una textura de mermelada más suave. Machacar las fresas mientras se cocinan resulta en una mejor consistencia.
Step 3
Cuando los jugos comiencen a burbujear y a hervir vigorosamente, añade el 90% restante del azúcar (unos 585 g). Continúa removiendo hasta que el azúcar se disuelva por completo. Añadir el azúcar en etapas, en lugar de todo de una vez, puede ayudar a evitar que hierva y se desborde, y a controlar la consistencia de la mermelada.
Step 4
A medida que la mermelada comience a desbordarse, reduce el fuego a medio. Cocinar a fuego demasiado alto puede hacer que la mermelada se queme o se desborde fácilmente, por lo que cocinar a fuego lento a temperatura media es crucial.
Step 5
Cuando aproximadamente la mitad del líquido se haya evaporado y la mermelada haya empezado a espesar, añade 2 cucharadas adicionales de zumo de limón. Si no tienes limón, puedes omitirlo, pero el zumo de limón realza el sabor natural de la fresa y le da a la mermelada un brillo precioso, haciéndola más apetecible.
Step 6
Ahora es el momento de ajustar la consistencia final de la mermelada. Como la estoy haciendo para acompañar yogur, la he dejado un poco más líquida. Si prefieres una mermelada más espesa para untar en tostadas, puedes seguir cociéndola a fuego medio-bajo durante más tiempo, ajustándola a tu espesor deseado. Cuanto más tiempo la cocines, más espesa será la mermelada.
Step 7
Para comprobar la consistencia de la mermelada: al levantar la espátula, la mermelada debe fluir suavemente como un sirope espeso. Esta es una buena consistencia para combinar con yogur. Para untar en tostadas, continúa cociendo hasta que la mermelada gotee lentamente de la espátula o empiece a mantener ligeramente su forma.
Step 8
Untar la mermelada tibia en una tostada revela lo suavemente que se extiende. La mermelada de fresa fresca, recién hecha, ofrece un sabor y aroma que simplemente no se pueden comparar con las variedades comerciales.
Step 9
Esterilizar los tarros de vidrio es un paso crucial para conservar tu mermelada. Puedes hacerlo hirviendo los tarros en agua o asegurándote de que estén completamente secos después de lavarlos. Usar tarros completamente secos y esterilizados evitará el crecimiento de moho y ayudará a que tu mermelada dure más tiempo. Asegúrate de que los tarros estén completamente secos antes de llenarlos.
Step 10
Una vez que la mermelada de fresa recién hecha se haya enfriado por completo, transfiérela con cuidado a los tarros de vidrio esterilizados. Guardar la mermelada en el refrigerador la mantendrá fresca y deliciosa durante mucho tiempo.
