Albóndigas Caseras Deliciosas y Fáciles
Receta de Albóndigas Caseras con Salsa Dulce y Salada para Toda la Familia

¡Estas irresistibles albóndigas conquistarán los paladares de niños y adultos por igual! Descubre la combinación perfecta de textura tierna y una deliciosa salsa agridulce. Son ideales para ocasiones especiales o simplemente para darle un toque especial a tus comidas diarias.
Ingredientes para las Albóndigas- 200g de carne picada de ternera
- 200g de carne picada de cerdo (preferiblemente con algo de grasa)
- 1 cebolla mediana
- 1.5 cucharadas de ajo picado
- 4-5 cucharadas de pan rallado
- Pizca de pimienta negra
- 2 cucharadas de vino de cocina (como sake, mirin o soju) para ablandar y eliminar olores
Ingredientes para la Salsa- 2-3 cucharadas de salsa Tonkatsu
- 1 cucharada de kétchup
- 0.5 cucharada de mantequilla
- 3-4 cucharadas de agua
- Azúcar al gusto (opcional)
- Un poco de pimiento morrón picado (opcional)
- Brócoli, champiñones, etc. (opcional)
- 2-3 cucharadas de salsa Tonkatsu
- 1 cucharada de kétchup
- 0.5 cucharada de mantequilla
- 3-4 cucharadas de agua
- Azúcar al gusto (opcional)
- Un poco de pimiento morrón picado (opcional)
- Brócoli, champiñones, etc. (opcional)
Instrucciones de preparación
Step 1
Comencemos con la base de nuestras albóndigas: la carne. Mezcla carne picada de ternera y cerdo en una proporción de 1:1. Usar solo ternera puede resultar en una textura seca, pero añadir cerdo con algo de grasa hará que las albóndigas queden maravillosamente tiernas y jugosas.

Step 2
Pica finamente una cebolla mediana. Un truco útil para picar cebolla rápidamente: corta la cebolla por la mitad y luego haz varios cortes verticales en la superficie que vas a picar.

Step 3
Después de hacer los cortes, pica la cebolla. Quedará muy finamente picada, ¡casi como si la hubieras procesado! Esta cebolla finamente picada añade gran sabor y textura a las albóndigas.

Step 4
Calienta un poco de aceite en una sartén a fuego medio. Añade la cebolla picada y sofríe hasta que esté dorada y ligeramente tierna, unos 5-9 minutos. Sofreír la cebolla elimina el exceso de humedad y potencia su dulzor natural, lo que contribuirá a un sabor más intenso en las albóndigas.

Step 5
Mientras la cebolla sofrita se enfría, vamos a sazonar la carne picada en un bol grande. Añade aproximadamente 1.5 cucharadas de ajo picado, una buena cantidad de pimienta negra para contrarrestar cualquier posible olor fuerte, y 2 cucharadas de vino de cocina (como mirin o sake) para ayudar a ablandar la carne.

Step 6
A continuación, añade la cebolla sofrita (una vez que se haya enfriado) y el pan rallado a la mezcla de carne. El pan rallado ayuda a ligar las albóndigas y a mantenerlas jugosas. Asegúrate de que la cebolla sofrita se haya enfriado completamente antes de añadirla para evitar que la mezcla de carne quede demasiado húmeda.

Step 7
¡Ahora es el momento de usar las manos! Amasa la mezcla a fondo con las manos hasta que esté bien combinada y desarrolle una textura ligeramente pegajosa y cohesiva. Amasar durante unos 5 minutos ayudará a que las albóndigas mantengan su forma y les dará una textura agradable y elástica al cocinarse.

Step 8
Una vez que la mezcla esté lista, forma albóndigas del tamaño de un bocado, aproximadamente del tamaño que un niño pueda comer fácilmente. Ruedalas suavemente entre las palmas de las manos para crear albóndigas de tamaño uniforme, lo que garantiza una cocción pareja.

Step 9
Hornearemos las albóndigas destinadas a los niños y freiremos las de los adultos. Para hornear, precalienta el horno a 180°C (350°F). Coloca las albóndigas en una bandeja para hornear y hornea durante unos 20 minutos. Comprueba si están hechas; es posible que necesites hornear durante 20 minutos más, para un total de aproximadamente 40 minutos, hasta que estén bien cocidas por dentro. (Los tiempos de cocción pueden variar según el rendimiento de tu horno, ¡así que vigílalas!). Durante el proceso de horneado, gira las albóndigas ocasionalmente para asegurar que se doren uniformemente y evitar que se quemen por debajo. Si solo las cocinas en una dirección, la parte inferior puede oscurecerse demasiado.

Step 10
Las albóndigas horneadas tienen la grasa escurrida, son ligeras y no se queman, ¡un resultado fantástico! Personalmente, creo que a partir de ahora preferiré hornearlas en lugar de freírlas. Es más limpio y saludable.

Step 11
Ahora, vamos a freír las albóndigas restantes. Vierte suficiente aceite en una sartén para que las albóndigas queden sumergidas hasta la mitad. Una vez que el aceite esté a la temperatura adecuada, añade con cuidado las albóndigas. ¡Ya ves que se están friendo bien!

Step 12
Fríe las albóndigas hasta que estén doradas por todos lados, girándolas frecuentemente. Ten en cuenta que trozos pequeños de cebolla pueden chamuscarse ligeramente en la superficie durante la fritura. Es buena idea retirar ocasionalmente cualquier parte oscurecida mientras fríes. Si tienes horno, hornear es mucho más fácil, limpio y menos propenso a quemarse que freír. ¡Recomiendo encarecidamente usar el método del horno!

Step 13
Ahora, ¡vamos a preparar la deliciosa salsa que completará estas albóndigas! En una sartén, combina unas 2-3 cucharadas de salsa Tonkatsu con 1 cucharada de kétchup. (En mi caso, la proporción de 2:1 de salsa Tonkatsu a kétchup funcionó mejor para mí, aunque a mi marido le gustó con una proporción de 3:1. ¡Ajusta la proporción de la salsa según la cantidad de albóndigas que hayas hecho!)

Step 14
Añade 3-4 cucharadas de agua y media cucharada de mantequilla. Mezcla todo bien. Prueba la salsa y añade un poco de azúcar si es necesario para ajustar el dulzor a tu gusto. ¡El equilibrio de dulzor, la acidez del kétchup y la riqueza de la mantequilla crean un sabor verdaderamente irresistible!

Step 15
Finalmente, para añadir color y sabor, saltea un poco de pimiento morrón finamente picado con la salsa. Si tienes brócoli o champiñones a mano, siéntete libre de añadirlos también para un plato aún más sabroso y nutritivo.




