Queso Ricotta Casero Cremoso y Espezo
Receta Fácil de Queso Ricotta Casero con Nata y Limón
¡Prepara en casa un queso ricotta fresco, cremoso y delicioso! Con ingredientes sencillos como nata (crema de leche) y zumo de limón, puedes conseguir una textura maravillosamente suave y rica. A diferencia de las versiones comerciales, este ricotta casero tiene un sabor suave que lo hace increíblemente versátil para ensaladas, sándwiches y muchos otros platos. ¡Disfruta de su delicioso sabor y cremosa consistencia!
Ingredientes para Queso Ricotta- 900ml de Leche
- 500ml de Nata para montar (crema de leche espesa)
- 1 Limón (para zumo fresco)
- 1/2 cucharadita de Sal
- 1/3 cucharadita de Azúcar moreno (opcional, realza el sabor)
Instrucciones de preparación
Step 1
En una olla, combina la leche y la nata. Una proporción común es 2 partes de leche por 1 de nata, pero siéntete libre de ajustar la cantidad de nata para obtener una textura más rica y cremosa.
Step 2
Lava bien el limón con bicarbonato de sodio para eliminar cualquier residuo. Corta el limón por la mitad y exprime el zumo fresco. Asegúrate de retirar las pepitas.
Step 3
Coloca la olla con la mezcla de leche y nata a fuego medio y llévala a un hervor suave. Una vez que veas pequeñas burbujas formándose en los bordes, añade la sal y el azúcar moreno (si lo usas) y remueve ligeramente. El azúcar aporta un dulzor sutil que complementa el queso.
Step 4
A medida que la mezcla comience a hervir, reduce el fuego a bajo. Vierte lentamente el zumo de limón recién exprimido. Notarás que las proteínas de la leche comienzan a separarse del suero, formando cuajos.
Step 5
Después de añadir el zumo de limón, remueve suavemente la mezcla con una cuchara de madera o espátula solo dos o tres veces, teniendo cuidado de no raspar demasiado el fondo. Revolver en exceso puede impedir que los cuajos se formen correctamente.
Step 6
Deja de remover y deja que la mezcla hierva a fuego lento durante unos 20 a 30 minutos. Verás cómo el suero (un líquido claro) se separa del queso cuajado y suave. Esta cocción lenta es clave para lograr un ricotta tierno.
Step 7
Prepara un colador fino cubierto con una tela de queso o un paño de cocina limpio sobre un bol. Vierte con cuidado la mezcla cocida en el colador forrado para escurrir el suero. Las grumos blancos y suaves son los cuajos de tu ricotta.
Step 8
Reúne las esquinas de la tela y exprime suavemente el exceso de líquido. Ata la tela firmemente para darle forma al queso. La cantidad de líquido que escurras afectará la textura final: exprime más para un ricotta más firme.
Step 9
Para una consistencia más espesa y cremosa, cuelga el paquete de queso en el refrigerador durante al menos medio día o toda la noche para que drene más líquido. Guarda el queso ricotta terminado en un recipiente hermético en el refrigerador y disfrútalo dentro de los 4-5 días para obtener el mejor sabor y frescura.
Step 10
El queso ricotta casero ofrece un sabor delicioso, suave y ligeramente ácido, con una textura maravillosamente cremosa y rica. ¡Es perfecto para untar en tostadas, añadir a ensaladas o incorporar en tus platos de pasta favoritos!