Jengibre Confitado Casero (Pyungang): Un Dulce y Picante Manjar Saludable
Receta de Jengibre Confitado Casero para Prevenir Resfriados y Cuidar la Garganta
Con tantas personas sufriendo de dolor de garganta y resfriados con este clima cambiante, quería compartir cómo hacer jengibre confitado saludable en casa. El jengibre es conocido desde hace mucho tiempo por sus beneficios para calmar la tos y apoyar la salud respiratoria. Sus propiedades calientes también ayudan a calentar el cuerpo. Hemos añadido ginseng rojo coreano y dátiles para obtener nutrientes adicionales y un sabor más rico a este jengibre confitado casero, ¡perfecto para mantener saludable a su familia! Esta receta incluye pasos detallados y consejos para que sea fácil de seguir incluso para principiantes.
Ingredientes Principales- Jengibre fresco
- Ginseng rojo coreano (en polvo o extracto)
- Dátiles secos
- Agua
Aderezo para Jengibre Confitado- Azúcar granulada (o azúcar moreno)
- Azúcar granulada (o azúcar moreno)
Instrucciones de preparación
Step 1
Primero, prepare su jengibre fresco. Si tiene tierra, lávelo bien bajo el chorro de agua. Luego, sumerja las partes con tierra en agua por un momento, y notará que la piel se desprende fácilmente al raspar suavemente con un cuchillo de pelar. Asegúrese de quitar toda la piel fina.
Step 2
Después de pelar, corte el jengibre en rodajas finas y uniformes. ¡Esto es crucial para una buena textura al masticarlo y para un secado adecuado posterior! Usar una mandolina hará este proceso mucho más rápido y consistente, ¡así que la recomiendo encarecidamente! Intente obtener rodajas de aproximadamente 1-2 mm de grosor.
Step 3
Coloque las rodajas de jengibre en agua fría. Este paso ayuda a suavizar el sabor picante y pungente característico del jengibre, haciéndolo menos fuerte. Se recomienda remojar durante al menos medio día, o preferiblemente un día completo.
Step 4
Escurra las rodajas de jengibre remojadas en un colador. A continuación, las escaldaremos en agua hirviendo. Este paso reduce aún más el picante y la pungencia, asegurando que todos puedan disfrutar del jengibre confitado. Escáldelas en agua hirviendo solo durante 1-2 minutos, y luego retírelas inmediatamente.
Step 5
Escurra completamente las rodajas de jengibre escaldadas en un colador. Ahora es el momento de cubrirlas con azúcar. Puede ajustar la proporción de jengibre y azúcar según su preferencia. Yo usé una proporción de 4 partes de jengibre por 3 de azúcar, pero si lo prefiere más dulce, puede aumentar el azúcar hasta una proporción de 1:1 con el jengibre. Mezcle bien para asegurarse de que las rodajas de jengibre queden uniformemente cubiertas de azúcar.
Step 6
Ahora, las rodajas de jengibre cubiertas de azúcar necesitan cocinarse. Use una sartén ancha y de fondo grueso, y cocine a fuego alto, revolviendo constantemente. Inicialmente, el jengibre liberará humedad y comenzará a burbujear.
Step 7
A medida que la humedad comience a evaporarse, reduzca el fuego a medio y continúe revolviendo como si estuviera salteando. Tenga cuidado de evitar que las rodajas de jengibre se peguen entre sí o al fondo de la sartén.
Step 8
Cuando las rodajas de jengibre, que inicialmente estaban blandas, empiecen a sentirse más firmes y los cristales de azúcar comiencen a formarse, baje el fuego a muy bajo. Es importante evitar que se quemen, así que, aunque lleve más tiempo, cocínelo lentamente a fuego bajo. En algún momento, las rodajas de jengibre comenzarán a parecer crujientes, como galletas. ¡Esta es la señal para apagar el fuego rápidamente! Transfiera el jengibre confitado a un plato o bandeja ancha, extiéndalo y déjelo enfriar completamente. ¡Tendrá delicioso jengibre confitado con un exterior crujiente y un interior masticable, perfecto para toda la familia!