Croissants Caseros Crujientes y Mantecosos
La Guía Definitiva para Hornear Croissants Ligeros y Esponjosos en Casa
Recordando los deliciosos croissants que disfrutaba con café, recién salidos del horno o acompañados de una taza caliente, decidí hornearlos después de mucho tiempo. Durante los meses más fríos, no hay nada tan reconfortante como los productos horneados recién hechos, y los croissants o la masa de hojaldre son perfectos para la repostería de invierno. Aunque la margarina se usa a menudo como agente de grasa para croissants debido a su facilidad de manejo, usar mantequilla pura al 100% en la temporada fría ofrece una manejabilidad superior. Esto da como resultado croissants con un aroma limpio incomparable y un sabor rico y a nuez que simplemente no se puede lograr con margarina. Esta receta te guiará para crear croissants perfectos, de calidad de panadería, en tu propia cocina.
Ingredientes de la Masa- 250g Harina de trigo todo uso
- 25g Mantequilla para la masa
- 135g Mantequilla para laminar (fría, se recomienda 100% grasa láctea)
- 135g Agua
- 25g Azúcar
- 1 cucharadita Levadura seca instantánea
- 1 cucharadita Sal
Instrucciones de preparación
Step 1
En el bol de una batidora de pie, combine todos los ingredientes de la masa excepto la mantequilla de laminado (harina de trigo, mantequilla de la masa, agua, azúcar, levadura y sal). Mezcle a baja velocidad durante unos 10 minutos hasta obtener una masa suave y cohesiva. Transfiera la masa a un bol ligeramente engrasado, cúbralo con papel film y déjelo reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que duplique su tamaño.
Step 2
Una vez completada la primera fermentación, presione suavemente la masa para liberar los gases acumulados. De forma la masa en una bola redonda (esto se llama ‘boleado’) y vuelva a colocarla en el bol. Cubra y deje reposar durante unos 15 minutos para una fermentación intermedia. Mientras la masa reposa, prepare la mantequilla de laminado: coloque la mantequilla fría entre dos láminas de papel film o papel pergamino y enróllela en forma de cuadrado, aproximadamente del mismo tamaño que la masa estirada. Refrigérela hasta que esté firme. (Consejo: La mantequilla debe estar fría pero maleable, no dura como una roca, para evitar que la masa se rompa durante el estirado).
Step 3
Sobre una superficie ligeramente enharinada, coloque la masa reposada. Desdoble el cuadrado de mantequilla fría y colóquelo en el centro de la masa. Doble cuidadosamente los bordes de la masa sobre la mantequilla, encerrándola por completo. Pellizque las uniones firmemente para sellar la mantequilla en su interior. (¡Este paso es crucial! Asegúrese de que no haya huecos, o la mantequilla se filtrará durante la cocción, arruinando las capas y dificultando el manejo).
Step 4
Enharine generosamente su superficie de trabajo para evitar que se pegue. Estire suavemente y lentamente la masa con un rodillo hasta formar un rectángulo largo, aproximadamente tres veces su longitud original. Cepille cualquier exceso de harina. Doble la masa en tercios, como si doblara una carta: lleve el tercio superior al centro, luego doble el tercio inferior por encima.
Step 5
Envuelva la masa doblada firmemente con papel film y refrigérela durante 30 minutos. Este período de enfriamiento ayuda a que la mantequilla y la masa se endurezcan, haciendo que el siguiente paso de estirado sea mucho más fácil. Al sacar la masa del refrigerador, gírela 90 grados de modo que el borde doblado quede perpendicular a la dirección de estirado inicial (imagine abrir un libro, con la costura doblada hacia usted).
Step 6
Enharine nuevamente su superficie de trabajo y estire suavemente la masa a lo largo, apuntando a triplicar su longitud nuevamente. Cepille cualquier exceso de harina. Doble la masa en tercios una vez más, tal como lo hizo en el paso 3.
Step 7
Envuelva la masa y refrigérela por otros 30 minutos. Saque del refrigerador, gire 90 grados. Repita el proceso: ‘estirar hasta triplicar la longitud → doblar en tercios → refrigerar durante 30 minutos’ dos veces más. En total, realizará tres series de pliegues, creando las distintivas capas escamosas características de los croissants.
Step 8
Después del reposo final, estire la masa hasta obtener un grosor uniforme de aproximadamente 0.5 cm (aproximadamente 1/4 de pulgada). Corte la masa en triángulos largos e isósceles. Busque una base de aproximadamente 12 cm (4.7 pulgadas) y una altura de aproximadamente 20 cm (7.9 pulgadas). La precisión no lo es todo aquí; el grosor uniforme es más importante.
Step 9
Haga un pequeño corte en el centro de la base ancha de cada triángulo. Comenzando desde la base, estire y enrolle suavemente la masa hacia la punta para formar la forma del croissant. Coloque los croissants formados en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino. Deje fermentar en un lugar cálido durante unos 40 minutos, o hasta que estén visiblemente hinchados. Cepille la parte superior con huevo batido para darle un brillo dorado. Hornee en un horno precalentado a 200°C (390°F) durante aproximadamente 20 minutos, o hasta que estén dorados y esponjosos. ¡Disfrute de sus croissants caseros!