Dakgalbi Cremoso con Queso: ¡Perfecto como Aperitivo o Plato Principal!
¡Alivia el Estrés con este Dakgalbi Dulce y Picante con Queso, Hecho en Casa!
¡Sumerge un trozo de sabroso dakgalbi en queso derretido para un bocado que es pura felicidad! Es el alivio perfecto para el estrés, un manjar delicioso para cualquier ocasión. Prepáralo este fin de semana para compartir con tu familia: ¡es tan bueno que desaparecerá en un instante, desde el dakgalbi hasta el arroz frito final! Hemos detallado cada paso para asegurar que incluso los principiantes puedan dominar este delicioso plato.
Ingredientes Principales- 600g de muslos de pollo deshuesados o solomillos, cortados en trozos de tamaño bocado
- 200g de Tteokbokki (pasteles de arroz), remojados brevemente si están duros
- 2 tazas de Queso Mozzarella rallado (se recomienda una cantidad generosa para la máxima cremosidad)
- 5 Hojas grandes de Repollo Napa, cortadas en trozos generosos
- 1/2 Cebolla mediana, en rodajas finas
- Un trozo pequeño de Zanahoria, en rodajas finas
- 1/2 Cebolleta (cebolla verde), cortada en trozos grandes
- 2 Chiles verdes coreanos (Cheongyang), picados finamente (ajustar al gusto de picante)
- 1 Pimiento rojo, picado finamente (para dar color y un dulzor suave)
Ingredientes para la Salsa de Dakgalbi- 2 cucharadas de Gochujang (pasta de chile rojo coreana)
- 3 cucharadas de Gochugaru (copos de chile rojo coreano, molienda fina)
- 2 cucharadas de Salsa de Soja (jin ganjang)
- 1 cucharada de Salsa de Ostras
- 2 cucharadas de Azúcar
- 2 cucharadas de Oligodang (sirope de maíz o sirope de arroz)
- 2 cucharadas de Ajo picado
- 2 cucharadas de Cebolla rallada (añade dulzor natural y ayuda a ligar la salsa)
- 1/2 cucharada de Jengibre picado (opcional, pero añade un toque aromático agradable)
- 1 cucharada de Curry en polvo (¡un ingrediente secreto para un sabor único!)
- 1 cucharada de Aceite de Sésamo
- Una pizca de Pimienta Negra
- Un chorrito de Mirin (vino de arroz) o vino de cocina
- 2 cucharadas de Gochujang (pasta de chile rojo coreana)
- 3 cucharadas de Gochugaru (copos de chile rojo coreano, molienda fina)
- 2 cucharadas de Salsa de Soja (jin ganjang)
- 1 cucharada de Salsa de Ostras
- 2 cucharadas de Azúcar
- 2 cucharadas de Oligodang (sirope de maíz o sirope de arroz)
- 2 cucharadas de Ajo picado
- 2 cucharadas de Cebolla rallada (añade dulzor natural y ayuda a ligar la salsa)
- 1/2 cucharada de Jengibre picado (opcional, pero añade un toque aromático agradable)
- 1 cucharada de Curry en polvo (¡un ingrediente secreto para un sabor único!)
- 1 cucharada de Aceite de Sésamo
- Una pizca de Pimienta Negra
- Un chorrito de Mirin (vino de arroz) o vino de cocina
Instrucciones de preparación
Step 1
Comienza preparando todos tus ingredientes. Lava todo a fondo y córtalo según la receta. Tener todo preparado y listo hace que el proceso de cocción sea mucho más fácil y agradable.
Step 2
Marina el pollo para eliminar cualquier sabor a caza. Rocía los trozos de pollo con mirin y pimienta negra, luego mezcla suavemente. Corta el pollo en trozos de tamaño bocado. Este paso no solo ablanda el pollo, sino que también lo infunde de sabor.
Step 3
En un bol, combina todos los ingredientes de la salsa de dakgalbi. Bate hasta obtener una pasta suave y uniforme. Añade los trozos de pollo preparados al bol y mezcla bien, asegurándote de que cada trozo esté completamente cubierto con el adobo. Cubre el bol con film transparente y déjalo marinar en el refrigerador durante al menos 20 minutos. Cuanto más tiempo marine, más profundo será el sabor.
Step 4
Mientras el pollo se marina, prepara tus verduras. Corta la cebolla y la cebolleta en tiras gruesas. Corta la zanahoria en rodajas finas y elegantes. Pica finamente los chiles verdes coreanos para un toque picante y el pimiento rojo para un toque de dulzor y color vibrante.
Step 5
Prepara los pasteles de arroz tteokbokki; si están duros, remójalos en agua fría por unos minutos, luego córtalos por la mitad. Corta las hojas grandes de repollo napa en trozos de tamaño bocado fáciles de comer. Cortar los pasteles de arroz por la mitad ayuda a que se cocinen de manera más uniforme y absorban mejor la salsa.
Step 6
¡Ahora, empecemos a cocinar! Calienta una sartén grande o wok a fuego medio y añade un chorrito generoso de aceite de cocina. Extiende las cebollas en rodajas uniformemente por el fondo de la sartén. Saltear las cebollas primero ayuda a evitar que la salsa se pegue y añade un dulzor sutil al plato.
Step 7
Una vez que las cebollas estén ligeramente translúcidas, añade los trozos de pollo marinados a la sartén. Es mejor añadir todo el adobo junto con el pollo para obtener el máximo sabor.
Step 8
Continúa salteando a fuego medio hasta que el pollo esté aproximadamente a mitad de cocción. Ten cuidado de no cocinarlo demasiado en esta etapa, ya que seguirá cocinándose con los demás ingredientes. Cocinarlo en exceso puede endurecer el pollo.
Step 9
Cuando el pollo esté a medio cocinar, añade los pasteles de arroz y el repollo napa preparados a la sartén. Remueve todo y continúa cocinando a fuego medio hasta que los pasteles de arroz estén tiernos y el repollo esté marchito y blando.
Step 10
Añade las zanahorias en rodajas finas a la sartén. Saltea junto con los otros ingredientes. Las zanahorias añadirán un crujido encantador y aumentarán el valor nutricional del plato.
Step 11
Finalmente, añade las cebolletas picadas, los chiles verdes coreanos y el pimiento rojo. Saltea vigorosamente a fuego medio-alto durante uno o dos minutos hasta que las verduras estén tiernas pero crujientes. Añadir los chiles en esta etapa realzará su aroma y sabor sin que se ablanden demasiado.
Step 12
Sube el fuego al máximo y dale a todo un último salteado rápido. Quieres cocinar justo hasta que las verduras estén tiernas-crujientes y la salsa se haya espesado ligeramente, cubriendo todos los ingredientes maravillosamente. Apaga el fuego inmediatamente para evitar que las verduras se cocinen en exceso.
Step 13
Ahora, la mejor parte: ¡el queso! Espolvorea generosamente el queso mozzarella rallado sobre el centro del dakgalbi. Cubre la sartén con una tapa y reduce el fuego a bajo. Cocina durante unos 10 minutos, o hasta que el queso esté maravillosamente derretido y elástico. Para un toque extra de elegancia, espolvorea con copos de perejil seco antes de servir. ¡Disfruta de ese glorioso queso estirado!