La sandía es la fruta definitiva del verano, perfecta para refrescarse y saciar la sed. Sin embargo, a menudo queda una cantidad significativa de cáscara, llenando bolsas de basura. He hecho encurtidos con cáscaras de melón anteriormente, y como la sandía es un tipo de melón, ¡pensé en probarla también con las cáscaras de sandía! Al recolectar la parte blanca de la cáscara y verter una mezcla bien equilibrada de salsa de soja, azúcar y vinagre sobre ella, puedes crear encurtidos sorprendentemente deliciosos y crujientes. La textura es maravillosamente crujiente, similar a los pepinillos de rábano o calabaza encurtidos, pero con una masticabilidad única que es increíblemente satisfactoria. Esta receta es una forma fantástica de reducir el desperdicio de alimentos mientras se prepara un condimento delicioso. ¡Incluso podrías encontrarte comprando una sandía extra solo para hacer más encurtidos!