Step 1

Prepara las cebolletas chinas que deseas almacenar. Asegúrate de que estén listas para ser usadas de inmediato, sin necesidad de una limpieza o preparación exhaustiva previa.

Step 2

Extiende las cebolletas chinas y revísalas cuidadosamente en busca de partes marchitas o blandas. Si encuentras alguna, es mejor cortarla limpiamente para evitar que se eche a perder el resto.

Step 3

Enjuaga las cebolletas chinas bajo agua fría corriente. Es fundamental eliminar toda la tierra o suciedad que pueda estar adherida entre las hojas. Después de lavarlas, sacúdelas enérgicamente para escurrir el exceso de agua. Luego, usa toallas de papel para secarlas completamente, asegurándote de que no quede humedad. La humedad residual puede hacer que las cebolletas se pongan babosas o se estropeen rápidamente.

Step 4

Corta las cebolletas chinas secas en trozos manejables para tus necesidades culinarias. Si planeas guardarlas en una bolsa con cierre hermético, cortarlas aproximadamente por la mitad facilitará su empaquetado. Evita cortarlas demasiado finas, ya que podrían desmoronarse al usarlas más tarde. Busca un tamaño práctico.

Step 5

Coloca las cebolletas chinas preparadas en una bolsa con cierre hermético o en un recipiente hermético. Exprime todo el aire posible antes de sellarla y luego guárdalas en el congelador. Este método te permite mantener tus cebolletas chinas frescas durante varias semanas.

Step 6