Jugo de Tomate Cremoso con Aceite de Oliva
¡Prepara un delicioso y saludable jugo de tomate con aceite de oliva, perfecto para disfrutar en temporada de tomates de julio! ¡Muy recomendado!
Los beneficios para la salud de los tomates cocidos son verdaderamente notables. Son excelentes para dietas detox y proporcionan una rica fuente de vitaminas y minerales. Los tomates están repletos de antioxidantes que fortalecen tu sistema inmunológico. El aceite de oliva, por su parte, es conocido por sus propiedades anticancerígenas y por beneficiar la salud de la piel y los ojos. ¡Esta combinación es un rotundo ‘pulgar arriba’ para un estilo de vida saludable!
Ingredientes- 2 tomates maduros
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada de miel (o ajustar al gusto)
Instrucciones de preparación
Step 1
Primero, lava bien los 2 tomates maduros bajo el grifo. Haz un corte superficial en forma de cruz en la base de cada tomate. Este paso facilitará mucho el pelado posterior. Llena una olla con suficiente agua para cubrir los tomates y llévala a ebullición.
Step 2
Una vez que el agua esté hirviendo, introduce con cuidado los tomates cortados. Déjalos escaldar durante unos 30 segundos a 1 minuto, justo hasta que la piel comience a desprenderse por los cortes. Evita cocinarlos en exceso, ya que esto puede hacer que los tomates se ablanden demasiado. Retira inmediatamente los tomates del agua hirviendo y enjuágalos brevemente bajo agua fría para detener el proceso de cocción y hacerlos más fáciles de manipular.
Step 3
Ahora, pela suavemente la piel de los tomates escaldados. Puedes empezar por la parte cortada; la piel debería desprenderse con facilidad. Ten cuidado, ya que los tomates todavía estarán calientes. Quitar la piel da como resultado una textura más suave y agradable para tu jugo.
Step 4
¡Es hora de licuar! Coloca los tomates pelados en tu licuadora o usa una batidora de inmersión (como una ‘Dokebi Bangmangi’). Añade 2 cucharadas de aceite de oliva. Algunas personas podrían preguntarse si el aceite de oliva lo hace demasiado grasoso, pero en realidad, añade una cremosidad sutil y una riqueza maravillosa que complementa perfectamente el sabor del tomate. Crea un sabor sorprendentemente a nuez y satisfactorio por el que querrás volver.
Step 5
A continuación, agrega 1 cucharada de miel para un toque dulce. Puedes ajustar la cantidad de miel según la dulzura de tus tomates y tu preferencia personal. Si prefieres menos dulzor o un perfil de sabor diferente, una pizca de sal también puede ser una excelente adición en lugar de miel. Siéntete libre de experimentar para encontrar tu equilibrio perfecto.
Step 6
Combina los tomates pelados, el aceite de oliva y la miel (o tu edulcorante/potenciador elegido) en el vaso de la licuadora o en un recipiente adecuado para tu batidora de inmersión. Unir todos los ingredientes asegura que se mezclen de manera armoniosa.
Step 7
Licúa la mezcla hasta que esté suave y cremosa. Si usas una licuadora, comienza a una velocidad baja y aumenta gradualmente a alta. Para una batidora de inmersión, muévela hacia arriba y hacia abajo en el recipiente para asegurarte de que todo se incorpore bien. Continúa licuando hasta que no queden grumos y logres una consistencia suave y aterciopelada.
Step 8
¡Listo! Tu hermoso jugo de tomate está preparado. Nota lo diferente que es del jugo de tomate fresco normal: tiene una cremosidad única y deliciosa. El color vibrante es simplemente impresionante, ¿verdad? Además de ser delicioso, este jugo también es fantástico para la desintoxicación y puede apoyar una dieta saludable, ¡lo que lo hace aún más atractivo! Disfruta de esta bebida refrescante y nutritiva en un día caluroso y ¡ten un día maravilloso preparándolo y saboreándolo!