Rábanos Encurtidos Caseros Dulces y Ácidos
Esencial para Acompañar Carnes: Cómo Hacer Rábanos Encurtidos
¡Estos rábanos encurtidos caseros son el acompañamiento perfecto para cualquier plato de carne! Son increíblemente fáciles de preparar, solo requieren ingredientes básicos de despensa y ofrecen un delicioso equilibrio de sabores dulces y ácidos con un crujido satisfactorio. Ya sea que sirvas carnes a la parrilla, salteados o guisos sabrosos, estos rábanos realzarán tu comida. ¡Sigue esta sencilla receta para impresionar a tu familia y amigos con tu manjar casero!
Ingrediente Principal- 1/3 rábano daikon mediano (aprox. 300-400g)
Instrucciones de preparación
Step 1
Comencemos preparando la salmuera, que es el corazón de nuestros rábanos encurtidos. Usando tazas medidoras o un vasito de chupito (vaso de soju), combina el vinagre de arroz, el azúcar y el agua en una proporción de 2:2:3. Por ejemplo, 2 tazas de vinagre, 2 tazas de azúcar y 3 tazas de agua serán una buena cantidad para aproximadamente 1/3 de un rábano. Ajusta la cantidad de agua según el volumen de tu rábano.
Step 2
Agrega 1 cucharada de sal a la salmuera preparada. Revuelve bien hasta que el azúcar se disuelva por completo. La sal juega un papel crucial en el equilibrio de los sabores dulces y ácidos de la salmuera.
Step 3
Vierte la salmuera bien mezclada en una cacerola y llévala a ebullición a fuego medio. Una vez que comience a hervir, déjala hervir a fuego lento durante unos 5 minutos. Esto ayuda a evaporar parte del alcohol del vinagre y asegura que todos los ingredientes estén bien combinados. No necesitas hervirla por mucho tiempo.
Step 4
Mientras la salmuera hierve a fuego lento, preparemos el rábano. Lava bien el rábano y pélalo si lo deseas. La clave aquí es cortar el rábano lo más finamente posible. Usar una mandolina o un cuchillo afilado te ayudará a lograr rodajas finas y uniformes. Las rodajas finas son esenciales para que el rábano absorba bien la salmuera y mantenga una textura crujiente.
Step 5
Coloca el rábano cortado finamente en un frasco de vidrio esterilizado o un recipiente hermético. Vierte con cuidado la salmuera caliente directamente sobre el rábano, asegurándote de que esté completamente sumergido. Verter la salmuera mientras está caliente ayuda a cocinar ligeramente el rábano, mejorando su crujido y extendiendo su vida útil. Deja que se enfríe un poco, luego refrigera. ¡Tus deliciosos rábanos encurtidos caseros están listos para disfrutar!