Scones de Yogur Natural
¡La receta definitiva para scones de yogur natural: crujientes por fuera y tiernos por dentro!
Te presentamos una receta sencilla para preparar deliciosos scones de yogur natural en casa, ¡sin necesidad de procesador de alimentos! La clave está en usar mantequilla bien fría y manipular la masa lo justo para conseguir esa textura perfecta y un sabor inigualable. Con esta guía, incluso los principiantes podrán disfrutar de scones estilo cafetería en cualquier momento. ¡Te garantizamos un resultado delicioso!
Ingredientes para la Masa de Scones- 270g de harina de trigo todo uso
- 8g de levadura en polvo (polvo de hornear)
- 110g de mantequilla sin sal, fría
- 70g de azúcar glas (azúcar impalpable)
- 75g de leche, fría
- 85g de yogur natural, frío
- 5g de extracto de vainilla
Instrucciones de preparación
Step 1
Prepara los ingredientes líquidos que aportarán humedad a tus scones. En un bol, combina 85g de yogur natural frío, 75g de leche fría y 5g de extracto de vainilla para darle un toque aromático. Mezcla bien con unas varillas. Mantén esta mezcla refrigerada hasta el momento de usarla.
Step 2
Es el momento de preparar la mantequilla fría, un componente esencial para lograr esa textura de scone perfecta. Corta 110g de mantequilla sin sal fría en cubos pequeños, de aproximadamente 1 cm de tamaño. Es importante mantener la mantequilla lo más fría posible durante todo este proceso para evitar que se derrita.
Step 3
Ahora, vamos a mezclar los ingredientes secos. En un bol grande, tamiza 270g de harina de trigo todo uso y 8g de levadura en polvo. Tamiza también 70g de azúcar glas para obtener una consistencia fina y sin grumos. Añade una pizca de sal para equilibrar el dulzor y realzar los sabores. Remueve todo con unas varillas o una espátula hasta que los ingredientes secos estén bien integrados.
Step 4
Agrega los cubos de mantequilla fría al bol con la mezcla de ingredientes secos. Utiliza un cortador de masa, un tenedor o una espátula para incorporar la mantequilla en la mezcla de harina. Trabaja la mantequilla en la harina presionando y cortando, hasta obtener una textura similar a migas de pan gruesas con algunos trozos de mantequilla del tamaño de un guisante. Evita mezclar en exceso en esta etapa; el objetivo es recubrir las partículas de harina con mantequilla, no hacer una crema.
Step 5
Una vez que la mantequilla esté parcialmente incorporada, puedes usar las yemas de los dedos para seguir cortándola en la mezcla de harina. Frota suavemente la mezcla entre las palmas de tus manos, rompiendo los trozos de mantequilla más grandes y asegurándote de que todo quede recubierto. Continúa hasta que la mezcla esté desmenuzable y parezca arena gruesa, con algunos trozos de mantequilla aún visibles. Ten cuidado de no trabajar demasiado la masa; amasar en exceso derretirá la mantequilla y dará como resultado scones duros y densos en lugar de ligeros y crujientes.
Step 6
Vierte la mezcla fría de yogur y leche en el bol con la harina y la mantequilla. Usando una espátula o raspador, mezcla los ingredientes suavemente con un movimiento de corte. Integra la masa solo hasta que empiece a unirse y no queden restos de harina seca. Evita mezclar demasiado para no desarrollar el gluten, lo que haría tus scones duros.
Step 7
Junta la masa con suavidad hasta formar una masa cohesiva en el bol o sobre una superficie ligeramente enharinada. Dale forma de un disco o una masa redondeada sin amasarla en exceso. Divide la masa en 6 porciones iguales, pesando cada una aproximadamente 90g. Forma suavemente cada porción en un disco o la forma deseada de scone. Deberías obtener unos 6 scones.
Step 8
Coloca los scones formados en una bandeja para hornear forrada con papel de horno, dejando espacio entre ellos. Hornea en un horno precalentado a 180°C (350°F) durante unos 25 minutos, o hasta que los scones estén dorados y hayan subido bien. Los hornos pueden variar, así que vigila los scones y ajusta el tiempo y la temperatura de horneado según tu horno específico.
Step 9
Una vez horneados, saca los scones del horno y transfiérelos inmediatamente a una rejilla para que se enfríen por completo. Aunque están deliciosos calientes, dejarlos enfriar realzará su textura crujiente. ¡Disfruta de tus scones de yogur natural caseros, al estilo cafetería, con una taza de té o café!