Sopa Refrescante y Abundante de Pastelillos de Pescado (Odeng Tang)
¡Una generosa olla de delicioso Odeng Tang!
¡Me encantan los pastelillos de pescado (odeng), y esta sopa es maravillosamente refrescante! La preparo a menudo porque es muy satisfactoria. Estaba un poco apurada, así que no tengo muchas fotos del proceso, ^^;; ¡pero no es nada difícil de hacer!
Ingredientes Principales- Pastelillos de pescado variados (Odeng) 2 paquetes
- Anchoas secas para el caldo
- Gelatina de konjac (Konnyaku) 1 pieza
- Granulado de dashi (o escamas de abadejo seco, etc.) 1/2 cucharadita (realza el umami)
- Rábano (Daikon) 1/4
- Champiñones (Shiitake, de ostra, etc.) un puñado
- Camarones (para el caldo) algunos (añade un sabor refrescante a marisco)
Sazonador y Otros- Cebolletas (Cebollines) 1 manojo
- Pimienta negra molida, una pizca
- Sal, al gusto
- Cebolletas (Cebollines) 1 manojo
- Pimienta negra molida, una pizca
- Sal, al gusto
Instrucciones de preparación
Step 1
Enjuaga brevemente los pastelillos de pescado variados bajo agua corriente. Esto ayuda a eliminar el exceso de aceite y asegura un sabor más limpio.
Step 2
En una olla grande, lleva abundante agua a ebullición y añade las anchoas secas para crear un caldo rico. También puedes usar un paquete de caldo prehecho. Añadir kombu (alga) junto con las anchoas puede intensificar el sabor. Deja hervir a fuego lento durante unos 10-15 minutos, luego cuela las anchoas.
Step 3
Añade el rábano preparado al caldo colado y llévalo a ebullición. Una vez que el rábano esté translúcido y tierno, agrega los pastelillos de pescado, los champiñones y los camarones, y déjalos cocinar juntos.
Step 4
Corta la gelatina de konjac en trozos del tamaño de un bocado. Consejo: Hacer cortes en el konjac o usar un cortador decorativo puede ayudar a que absorba mejor los sabores y luzca atractivo. Puedes crear una hermosa forma de espiral haciendo un corte y luego pasando un extremo a través del otro. Una vez que el konjac haya estado hirviendo en la sopa por un momento, añade las cebolletas picadas, el granulado de dashi y una pizca de pimienta negra. Cocina a fuego lento un poco más hasta que todo esté bien infusionado. Ajusta el sazón con sal a tu gusto. ¡El konjac se vuelve maravillosamente masticable y digerible cuando se cocina de esta manera!