A mi familia no le gusta mucho la fruta, así que incluso las pequeñas compras a menudo terminan echándose a perder. Por eso rara vez compro fruta. Sin embargo, vi estas mandarinas grandes y no demasiado ácidas y compré una bolsa. Mis hijos comieron unas cinco y luego perdieron el interés. Preocupado por que se estropearan, ¡decidí hacer confitura de mandarina! Las conservas de fruta son increíblemente fáciles de hacer: solo necesitas fruta y azúcar. Esta vez, para una opción más saludable, usé azúcar xylos y alulosa. Consideré pelar completamente las mandarinas para usar solo la pulpa, pero terminé quitando la parte blanca y picándolas finamente. ¡Quitar la parte blanca sola me dio calambres en los dedos! 😂 Después de unos 3 días de refrigeración, el azúcar se disolvió y ya la estábamos disfrutando como té. Mis hijos, después de probarla, exclamaron: ‘¡Qué es esto? ¡Está deliciosa!’ y se comieron hasta la última gota, incluida la pulpa. También sería maravillosa servida con bocadillos sencillos. El delicioso aroma a mandarina llena el aire, y este té de mandarina rico en vitamina C se puede disfrutar caliente. ¿Qué tal probarlo como una forma de prevenir resfriados este invierno? 😊