Mientras mi hija en Londres, Canadá, se acerca al inicio de su semestre escolar y busca alojamiento, encuentra inconvenientes en las residencias compartidas. Ahora está buscando un estudio. Esto me ha hecho darme cuenta de lo increíblemente caro que es el alquiler, lo cual me parece un desperdicio de dinero. Debido a la alta demanda de estudiantes en esta ciudad universitaria, los precios de alquiler son comparables a los de Toronto, y francamente, los alquileres en lo que parece un pueblo tranquilo son exorbitantes. Considerando la posibilidad de que continúe sus estudios de posgrado, he estado viendo algunos condominios, lo que implicó un viaje de ida y vuelta de cinco horas, dejándome sintiéndome como una bola de algodón empapada. Para saciar mi hambre, después de haber comido solo un McMuffin todo el día, inmediatamente puse agua a hervir tan pronto como regresé a casa. En mi prisa por comer algo rápido antes de descansar, a pesar de tener un jardín lleno de verduras y un refrigerador abastecido de kimchi, decidí preparar rápidamente una salsa con salsa de soja y fideos para que comiéramos. Como dicen, el hambre es la mejor salsa, y de hecho lo fue.