Galletas de Mantequilla de Maní Suaves y Sabrosas
¡Aprovecha esa Mantequilla de Maní Casi Caducada! Prepara Galletas de Mantequilla de Maní Deliciosamente Suaves
¿Tienes mantequilla de maní a punto de caducar y no sabes qué hacer con ella? ¡Prueba a preparar estas galletas de mantequilla de maní maravillosamente suaves y llenas de intenso sabor a maní! Son perfectas para esos momentos en los que te apetece algo dulce, especialmente si las disfrutas con un vaso de leche. Esta receta es sorprendentemente fácil, permitiendo que cualquiera pueda seguirla y crear galletas encantadoras. Las galletas terminadas presumen de un rico aroma a frutos secos y una textura húmeda que es verdaderamente irresistible. ¡Disfruta de estas deliciosas galletas de mantequilla de maní caseras!
Ingredientes para Aproximadamente 12 Galletas
- 125g de mantequilla de maní ablandada (a temperatura ambiente)
- 125g de mantequilla sin sal, ablandada (a temperatura ambiente)
- 60g de azúcar sin refinar
- 45g de azúcar granulada blanca
- 1 huevo, a temperatura ambiente
- 7g de leche (aprox. 1.5 cucharaditas), a temperatura ambiente
- 185g de harina de repostería (flour), tamizada
- 4g de levadura en polvo (baking powder, aprox. 1 cucharadita), tamizada
- 3g de bicarbonato de sodio (baking soda, aprox. 3/4 cucharadita), tamizado
- 1g de sal (aprox. 1/4 cucharadita)
Instrucciones de preparación
Step 1
En un bol, bate la mantequilla sin sal ablandada hasta que esté suave usando una batidora de mano o eléctrica. Agrega el azúcar sin refinar y el azúcar granulada blanca, y mezcla bien hasta que los azúcares se disuelvan en la mantequilla. Continúa mezclando hasta que la mezcla de mantequilla adquiera un color marfil pálido y claro.
Step 2
Añade el huevo a temperatura ambiente a la mezcla de mantequilla. Bate a fondo hasta que esté bien combinado y no se vea separado. Luego, agrega la leche a temperatura ambiente y bate de nuevo hasta que la mezcla esté suave y homogénea.
Step 3
Agrega la mantequilla de maní (a temperatura ambiente) a la mezcla de mantequilla-azúcar-huevo. Usa una espátula para mezclar suavemente hasta que todo esté combinado. El tipo de mantequilla de maní que uses puede afectar la textura final. Yo usé mantequilla de maní crujiente (crunchy), ¡lo que añadió una textura deliciosa con los trozos de maní! Si prefieres una galleta más suave, siéntete libre de usar mantequilla de maní normal, sin trozos.
Step 4
En un bol aparte, mezcla la harina de repostería tamizada, la levadura en polvo, el bicarbonato de sodio y la sal. Agrega esta mezcla de ingredientes secos a los ingredientes húmedos. Usando una espátula, incorpora suavemente los ingredientes secos a los húmedos hasta que estén justo combinados. Evita mezclar en exceso.
Step 5
Ten cuidado de no mezclar demasiado la masa una vez que se añaden los ingredientes secos. Mezclar en exceso puede dar lugar a galletas duras y desmenuzables. Mezcla solo hasta que no veas rastros de harina. El objetivo es combinar todo ligeramente hasta que se forme una masa cohesiva. Esto es clave para lograr una galleta tierna.
Step 6
Envuelve la masa de las galletas firmemente en film transparente o colócala en un recipiente hermético y refrigera durante al menos 30 minutos. Enfriar la masa hace que sea mucho más fácil darle forma. Si planeas hornearlas pronto, puedes refrigerar la masa en el bol antes de darle forma. El enfriamiento evita que las galletas se extiendan demasiado durante el horneado.
Step 7
Divide la masa enfriada en porciones de unos 50g cada una y forma bolas suaves, luego aplánalas ligeramente. Usa el reverso de un tenedor para presionar un patrón de cuadros en la parte superior de cada galleta. Este patrón clásico no solo se ve atractivo, sino que también ayuda a evitar que las galletas se extiendan en exceso durante el horneado.
Step 8
Hornea las galletas en un horno precalentado a 180°C (350°F) durante unos 8 minutos, o hasta que los bordes estén ligeramente dorados. El tiempo de horneado puede variar según tu horno. Una vez horneadas, deja enfriar las galletas en la bandeja de hornear durante unos minutos antes de transferirlas con cuidado a una rejilla para que se enfríen por completo. Son delicadas cuando están calientes, así que déjalas asentar antes de moverlas.
