Delicia de Durazno: Tarta Fría de Queso Crema con Duraznos en Almíbar
Tarta Refrescante Sin Horno con Queso Crema y Duraznos en Almíbar
Prepara una tarta espectacular sin necesidad de usar el horno, utilizando duraznos en almíbar, un ingrediente fácil de encontrar. Esta tarta combina a la perfección notas cítricas y dulces, ofreciendo una textura suave y gelatinosa que la hace ideal para disfrutar en los días calurosos de verano. ¡Un postre refrescante y delicioso!
Base de la Tarta
- 1 paquete de galletas Oreo (aprox. 100g)
- 30g de mantequilla sin sal, derretida
Instrucciones de preparación
Step 1
¡Vamos a empezar a preparar una tarta sin horno, dulce y refrescante, utilizando duraznos en almíbar! Te sorprenderá lo deliciosa que queda sin necesidad de encender el horno.
Step 2
Separa con cuidado la crema de relleno de las galletas Oreo. Guarda la crema aparte para usarla más tarde.
Step 3
Coloca las galletas Oreo separadas en una bolsa con cierre zip o una bolsa de plástico limpia.
Step 4
Con la ayuda de un rodillo, el fondo de un vaso o una herramienta similar, tritura las galletas hasta obtener migas finas. Intenta que la textura sea como arena fina, sin trozos grandes.
Step 5
Añade los 30g de mantequilla sin sal derretida a las migas de galleta trituradas. Mezcla bien hasta que la mantequilla se incorpore uniformemente, obteniendo una textura similar a la arena húmeda.
Step 6
Prepara tu molde para tarta (se recomienda un molde desmontable de 15cm o 18cm).
Step 7
Vierte la mezcla de galletas y mantequilla en la base del molde preparado. Presiona firmemente con el dorso de una cuchara o el fondo de un vaso para crear una capa uniforme y compacta. Esta será la base de la tarta. Para facilitar el desmoldado, es buena idea forrar los lados del molde con papel de horno. Coloca el molde en el congelador durante al menos 15 minutos para que la base se asiente.
Step 8
Ahora, prepararemos la capa de mousse cremoso. En un bol, pon los 200g de queso crema, asegurándote de que esté ablandado a temperatura ambiente.
Step 9
Añade los 30g de nata (o leche) y los 50g de azúcar granulada al queso crema. Bate con unas varillas o una espátula hasta que esté suave y sin grumos.
Step 10
Incorpora la crema de relleno de Oreo que reservaste previamente. Mezcla bien hasta que todos los ingredientes se combinen en una masa cremosa y homogénea. Notarás un delicioso aroma dulce y rico.
Step 11
En un bol pequeño, combina los 5g de gelatina en polvo con 30g de agua fría. Deja reposar durante unos 10 minutos para que la gelatina se hidrate y absorba el agua, adquiriendo una consistencia espesa y gelatinosa.
Step 12
Calienta suavemente la gelatina hidratada en el microondas durante aproximadamente 10 segundos, o hasta que se disuelva por completo y esté transparente. Ten cuidado de no sobrecalentarla. Úsala inmediatamente mientras esté caliente.
Step 13
Vierte gradualmente la gelatina caliente y disuelta en la mezcla de queso crema mientras bates rápidamente. Es crucial mezclar de forma rápida y completa para evitar que la gelatina forme grumos. Esto creará una consistencia de mousse suave.
Step 14
Saca el molde de la tarta del congelador. Vierte con cuidado la mezcla de mousse de queso crema sobre la base de Oreo ya firme. Sacude suavemente el molde o usa una espátula para que la superficie quede uniforme. Vuelve a colocar el molde en el congelador durante al menos 30 minutos, o hasta que el mousse esté firme al tacto.
Step 15
Prepara los duraznos en almíbar para la cobertura. Córtalos en trozos pequeños, del tamaño de un bocado. Los trozos más pequeños se integrarán mejor en la tarta.
Step 16
En un bol aparte, vierte el almíbar reservado de los duraznos en lata. Este almíbar será la base de nuestra refrescante cubierta de gelatina.
Step 17
Añade los trozos de durazno cortados al almíbar de durazno y mezcla suavemente. Puedes dejarlo reposar un poco para que el sabor del durazno infunda el almíbar.
Step 18
Hidrata los 5g restantes de gelatina en polvo con 30g de agua fría, luego caliéntala en el microondas durante 10 segundos hasta que esté transparente. Mezcla esta gelatina disuelta en la mezcla de almíbar y duraznos. El almíbar se convertirá en una consistencia de gelatina una vez refrigerado.
Step 19
Saca la tarta, que ya está parcialmente cuajada, del congelador. Vierte con cuidado la mezcla de gelatina de durazno sobre la capa de mousse. Asegúrate de que la gelatina cubra uniformemente el mousse. Vuelve a meter la tarta en el refrigerador durante al menos 2 horas, o hasta que tanto el mousse como la gelatina estén completamente cuajados y fríos.
Step 20
Vamos a crear unas hermosas decoraciones de durazno para la tarta. Corta los duraznos en almíbar en rodajas finas; estas actuarán como nuestros ‘pétalos’.
Step 21
Empieza enrollando una rodaja fina de durazno firmemente para formar el centro de la flor. Luego, coloca rodajas finas adicionales alrededor de este centro, superponiéndolas para crear un efecto de flor en pleno florecimiento. Haz algunas de estas para adornar la tarta.
Step 22
Retira con cuidado la tarta completamente cuajada del molde. Si utilizaste papel de horno, retíralo para una presentación limpia.
Step 23
Coloca las hermosas flores de durazno que hiciste en la parte superior de la tarta. Distribúyelas artísticamente para crear un hermoso adorno.
Step 24
Consejo opcional: También puedes preparar un simple jugo de gelatina de durazno con el almíbar sobrante para acompañar. (Consulta la sección ‘Consejos de Cocina’ para obtener instrucciones, si están disponibles).
Step 25
¡Admira tu impresionante creación: una tarta adornada con flores de durazno en plena floración!
Step 26
Esta tarta combina maravillosamente con el sencillo jugo de gelatina de durazno para una experiencia de postre elevada.
Step 27
Servir esta tarta de durazno bien fría realza su sabor refrescante y el delicioso contraste entre el mousse suave y la gelatina ligeramente firme. ¡Es un postre perfecto para el verano! ¡Disfruta de tu deliciosa tarta! 🙂