Jengibre Aromático: Preparación y Conservación Congelada para el Invierno
Consejos para Conservar el Jengibre Fresco por Más Tiempo y Fortalecer tu Inmunidad Invernal
El jengibre es un ingrediente fundamental en invierno, ideal para infusiones y platos calientes. ¿Quieres saber cómo mantener su frescura y sabor por más tiempo? Te compartiré mi método personal para preparar y conservar el jengibre, ¡es muy fácil y te encantará!
Preparación del Jengibre
- 1 bolsa de jengibre fresco (aprox. 300-500g)
Instrucciones de preparación
Step 1
¡Comencemos con el jengibre fresco, un tesoro para tu salud en invierno! Revisa la pieza para asegurarte de que esté firme y sin partes dañadas.
Step 2
Te muestro varias formas de pelar el jengibre: 1. Usa un pelador de verduras para obtener una cáscara fina y uniforme. 2. El borde de una cuchara es sorprendentemente útil para raspar la piel, especialmente en las zonas irregulares. Pasa el borde de la cuchara a lo largo de la superficie del jengibre. 3. Con un cuchillo afilado, recorta con cuidado la piel gruesa o cualquier imperfección. Ten paciencia, ya que la forma irregular del jengibre puede hacer que pelarlo requiera un poco de tiempo.
Step 3
Una vez pelado, enjuaga el jengibre bajo agua fría para eliminar cualquier resto de tierra o suciedad. Sécalo muy bien con papel de cocina o un paño limpio. Eliminar la humedad es clave para prevenir moho y que se estropee durante la conservación.
Step 4
Ahora que el jengibre está limpio y seco, es hora de cortarlo en trozos manejables. Puedes cortarlo en rodajas, en juliana fina o picarlo finamente, según el uso que le vayas a dar. Tener el jengibre ya cortado facilita mucho la cocina.
Step 5
Es recomendable porcionar el jengibre preparado en cantidades que usarás habitualmente. Divídelo en bolsas con cierre hermético (tipo zip) o recipientes individuales. Así, solo tendrás que sacar la cantidad necesaria cada vez, lo cual es muy práctico y evita que se mezclen en el congelador.
Step 6
Cierra bien las bolsas, eliminando la mayor cantidad de aire posible, y ¡directo al congelador! Congelarlo de esta manera conserva su aroma y sabor frescos por mucho tiempo. Podrás usarlo directamente del congelador en tus recetas, ¡es muy cómodo! ¡Aprovecha este sencillo truco para cuidarte en invierno!