¡Hola a todos! Hoy nos adentraremos en una receta vibrante y saludable. La remolacha, con su dulzura única, textura satisfactoria y llamativo color carmesí, es un ingrediente versátil que se puede incorporar en ensaladas, wraps, kimchi, jugos, platos de fideos, batidos y más. También es una excelente opción para personas preocupadas por su salud, ya que contiene solo 45 kcal por cada 100 g. Rica en hierro y fibra dietética, la remolacha es excelente para prevenir la anemia y apoyar el control del peso. Además, está repleta de nutrientes esenciales como folato, luteína, antocianinas, calcio, potasio y magnesio. Notablemente, los compuestos de betanina en la remolacha inhiben la formación de coágulos sanguíneos, mejoran la función hepática y promueven la circulación sanguínea, lo que las hace muy efectivas para reducir la presión arterial alta y los niveles de colesterol. Los nitratos que se encuentran en la remolacha se convierten en óxido nítrico, que ayuda a dilatar los vasos sanguíneos, aumentar el flujo de sangre y, en consecuencia, reducir la presión arterial. Sin embargo, la remolacha contiene pequeñas cantidades de alcaloides, que pueden causar malestar abdominal, indigestión o hinchazón en personas con inmunidad debilitada. Para mitigar esto, se recomienda cocinarla. Al seleccionar remolachas, busque raíces lisas, firmes y sin imperfecciones; las de tamaño mediano suelen ser las más tiernas. Guárdelas envueltas en periódico dentro de una bolsa de plástico en el refrigerador hasta por seis meses. Hoy prepararemos el jugo de remolacha presentado en el programa de cable ‘Yo Soy un Cuerpo Vivo’, que se promociona como un elixir inigualable para desintoxicar los vasos sanguíneos. ¡Comencemos!